17 de febrero de 2025 Lectores: 102
Fontana, Chaco – En la madrugada de este lunes, una madre vivió momentos de angustia extrema cuando su bebé prematuro de un mes y medio se desvaneció repentinamente. Sin saber qué hacer y con el corazón en la mano, la mujer salió corriendo a las calles del barrio Nueva Esperanza con su pequeño en brazos, buscando desesperadamente ayuda.
Fue en la intersección de las calles Marconi y Uruguay donde la luz de un patrullero de la Comisaría Segunda de Fontana se convirtió en su esperanza. Tres efectivos policiales, al verla angustiada y con el niño en brazos, no dudaron ni un segundo: abrieron las puertas del móvil y la trasladaron de inmediato al Hospital Luis Fleytas.
“El bebé es prematuro, tiene un mes y medio”, explicó la madre entre lágrimas a los médicos, quienes actuaron rápidamente para estabilizar al pequeño. Una vez controlada la emergencia, el niño fue derivado al Hospital Pediátrico para estudios más profundos que determinen las causas del desvanecimiento.
Los policías, que prefirieron mantener el anonimato, no solo brindaron auxilio en el traslado, sino que acompañaron a la mujer durante los primeros minutos en el hospital, asegurándose de que recibiera el apoyo necesario. “No podíamos dejarla sola en un momento así”, comentó uno de los efectivos.
La historia, que conmovió a la comunidad de Fontana, refleja el lado humano de quienes visten el uniforme. Mientras el bebé sigue bajo observación médica, su familia agradece el gesto de aquellos tres ángeles de la noche que, sin dudar, convirtieron su desesperación en alivio.
La vida de un niño pende a veces de segundos y decisiones. Hoy, una madre sabe que no estuvo sola.