Laurent Simons es un niño de origen belga con residencia en Ámsterdam, Holanda, que tiene un coeficiente intelectual de 145, terminó la secundaria en tan sólo un año y medio y en septiembre próximo comenzará la universidad.
El coeficiente intelectual de una persona con inteligencia media se ubica entre 90 y 110. Con su capacidad superior, Simons a sus ocho años completó un período escolar una década antes que la mayoría de las personas.
El padre, explicó a la radio belga RTBF, que su hijo ya desde muy pequeño demostró que no le gustaba jugar con sus coetáneos y que no había estado particularmente interesado en los juguetes. En cambio, Simons tiene una particular afición por las matemáticas porque le resultan “muy amplias, hay estadísticas, geometría y álgebra”.
La madre de Simons es holandesa. De hecho, es su lengua materna, aunque también habla en francés y en alemán. Asimismo, entre otras de sus capacidades, sus familiares cuentan que a los seis años leyó la saga completa de Harry Potter.
Sus progenitores también dijeron que el niño aún no tiene muy en claro si quiere ser astronauta o cirujano, lo está analizando y por ahora se inclina por la informática. Sin embargo, ellos no están preocupados, ni por su precoz ingreso a la universidad, ni si obtiene un título profesional. “Si decide mañana convertirse en carpintero, eso no sería un problema para nosotros, siempre y cuando sea feliz”, aseguraron.